miércoles, 13 de abril de 2016

Motín en la frontera

La bomba que estalló en la frontera entre Costa Rica y Panamá este miércoles se gestó durante meses.
Empezó en noviembre del año pasado. cuando aún miles de cubanos estaban atrapados en Costa Rica, tras el cierre de fronteras en Nicaragua.
En enero de 2016 arrancó el traslado aéreo de los varados desde Costa Rica hasta la frontera mexicana con Estados Unidos, por acuerdo de los gobiernos de la región.
Esa emigración VIP de cubanos fue una afrenta para centroamericanos y mexicanos que viven exactamente la experiencia contraria en la misma ruta, en su caso con saldos de deportados, heridos, mutilados y muertos.
Pero, además, el corredor aéreo mostró el camino a otros cubanos rezagados: la presión en alguna de las fronteras centroamericanas, para alcanzar con un poco de suerte, y la obsecuencia de los gobiernos del área, uno de esos vuelos mágicos desde algún punto centroamericano hasta Ciudad Hidalgo, en el sur de México, o directamente a Nuevo Laredo o Ciudad Juárez, a unos pasos de las garitas migratorias estadunidenses.



Campamento de cubanos en la frontera Costa Rica-Nicaragua, en noviembre de 2015. Foto Ap


Para marzo pasado la prensa regional ya reportaba miles de cubanos procedentes de Ecuador, vía Colombia, agolpados en Puerto Canoas, lo que había dado lugar a un foco de tensión en ese pequeño puesto fronterizo binacional.
Este miércoles 13 de abril hubo una manifestación en territorio panameño y luego la irrupción en Costa Rica, a la que se sumaron africanos y asiáticos, según los reportes de prensa.
Un día antes, el martes 12, los gobiernos centroamericanos, más México y Estados Unidos, y en ausencia de Cuba y Nicaragua, habían vuelto a revisar el conflicto, ahora en su expresión en Panamá.
La única novedad sobre la situación precedente fue que Costa Rica ya cerró su frontera a los cubanos y no hay más planes de vuelos VIP.  El motín fronterizo fue la respuesta.
La ruta de los migrantes cubanos se origina, como las de decenas de países atrasados en el mundo, en el ánimo de sectores de la población de buscar mejores horizontes de vida. Se lubrica con la Ley de Ajuste Cubano de Estados Unidos, una franca invitación al tránsito ilegal, al aceptar sin visado a los originarios de la isla.

A esos dos extremos ahora se le suma la escala centroamericana, que ya va para medio año de conflicto continuado.

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