sábado, 21 de enero de 2017

Trump y Obama en la web

   Con los papeles cruzados, el nuevo presidente de Estados Unidos y el saliente abrieron fuego de inmediato en la web.
   Trump eliminó en el sitio oficial de la Casa Blanca las páginas dedicadas a cambio climático, derechos de LGTB y Cuba. 
   En cambio, incluyó el paquete de sus conocidas prioridades (energía, empleo, crecimiento, fuerza militar, cierre de frontera…).
   En política exterior puso como máximo objetivo derrotar al Estado Islámico; luego, reconstruir el poderío militar estadunidense.
   En el sitio de la nueva administración no se ve América Latina. Sólo México como amenaza y conflicto y la exclusión de Cuba.  
    Obama anunció que sigue en la política. Abrió el sitio de su oficina el de su Fundación y en ambos se declara dispuesto a seguir con su agenda.




   “El cambio que buscamos tomará más tiempo que un periodo de gobierno o una Presidencia”, dice la presentación de la página personal. “El verdadero cambio -el gran cambio- toma muchos años y requiere que cada generación asuma las obligaciones y oportunidades que vienen con el título de ciudadano

sábado, 14 de enero de 2017

Cuba-EU: el impacto regional


   Al rechazar Estados Unidos a cubanos sin papeles se desploma un estímulo a los balseros del Estrecho de Florida y a los migrantes de la isla que peregrinan por México y Centroamérica.
   Sin la admisión automática en territorio estadunidense, crece hasta el infinito el costo personal de una travesía ilegal por mar o del riesgoso recorrido por la selva colombiana, el Tapón de Darién, las fronteras cerradas del istmo y los dominios de la delincuencia organizada en México.
   El acuerdo bilateral del 12 de enero tiene, así, un impacto regional inmediato: desinfla un fenómeno que se había expandido por la zona con una intervención creciente de mafias trasnacionales y cuotas de violencia.
   La Declaración Conjunta prevé que Cuba y Estados Unidos, “decididos a desalentar resueltamente los actos ilícitos vinculados con la migración irregular, promoverán la cooperación bilateral eficaz para prevenir, y procesar el tráfico de personas, así como los delitos asociados a los movimientos migratorios, que ponen en peligro su seguridad nacional, incluyendo el secuestro de aeronaves y embarcaciones”.


Migrantes cubanas en Panamá, en tránsito a Estados Unidos. Foto Ap

   En sustancia esta era una demanda de los gobiernos de la región, abrumados y en parte rebasados por la columna de cubanos que se añadió en el último año al éxodo indocumentado propio. Gobiernos del área celebran el acuerdo.
   Pero el cambio apenas significa un reacomodo en el panorama migratorio regional. Sólo elimina el estímulo de las puertas abiertas al final del recorrido, no cancela los resortes internos de la migración. 
   Los cubanos cuentan ahora igual que los mexicanos o los centroamericanos en las fronteras de Estados Unidos, pero eso no significa que abandonarán sus intentos de buscar mejores horizontes. Cesó una consecuencia de la guerra fría, pero están vigentes las condiciones del siglo XXI. 

   Aunque celebren el acuerdo, los gobiernos del área tienen aún la tarea pendiente de asegurar para otros -cubanos incluidos- la emigración segura, legal y ordenada que reclaman para sus nacionales.

viernes, 13 de enero de 2017

Cuba-EU: el paquete migratorio

Ademas de quitar el piso a los indocumentados cubanos, Cuba y Estados Unidos alcanzaron el mayor y más avanzado paquete de acuerdos migratorios en medio siglo.
   La Declaración Conjunta del pasado jueves 12 de enero llama en conjunto “Acuerdos Migratorios” a:
   -Comunicado Conjunto del 14 de diciembre de 1984 (Cuba acepta recibir a 2 mil 746 de sus nacionales que se fueron a Estados Unidos por el puerto de Mariel en 1980 y son “excluibles” para el gobierno estadunidense, en su mayor parte por haber cometido delitos graves. Estados Unidos permite la entrada anual de 20 mil cubanos). Por la salida al aire de la estadunidense Radio Martí, estos acuerdos se suspendieron durante tres años.



                                                         El éxodo de Mariel de 1980

   -Comunicado Conjunto del 9 de septiembre de 1994 y Declaración Conjunta del 2 de mayo de 1995 (solución a la crisis de los balseros; Estados Unidos devolverá a cubanos interceptados en alta mar en travesía ilegal y otorgará por lo menos -ya no una cifra general, sino el piso mínimo- 20 mil visas anuales; Cuba recibirá a los repatriados y se compromete a no ejercer represalias; oposición de ambos países a la violencia en el curso de intentos de emigración ilegal).
   Al eliminar el parole o admisión automática a los cubanos que lleguen a Estados Unidos, el acuerdo de esta semana también eliminó un plan instaurado por el presidente George W. Bush para aceptar en Estados Unidos a trabajadores cubanos de la salud que desertaran de su misión profesional en terceros países.
   “Los Estados Unidos”, dice la Declaración del 12 de enero, “en lo adelante aplicará a todos los ciudadanos cubanos, de conformidad a sus leyes y normas internacionales, el mismo procedimiento y normas migratorias aplicados a los ciudadanos de otros países”.
   O sea que, salvo la excepción aún vigente de la Ley de Ajuste (por la cual los cubanos que lleguen legalmente a Estados Unidos pueden aspirar a la residencia al año de estancia), los originarios de la isla sin una visa son ahora en la frontera lo mismo que mexicanos, hondureños, salvadoreños o haitianos en su misma situación.
   Según la más reciente Declaración Conjunta, los cubanos detectados en Estados Unidos en intentos de ingreso o permanencia ilegal, serán deportados a la isla, que los recibirá.   
   Cuba acepta que en la lista de “excluibles” de 1984 (sujeta, por supuesto, a tantas variaciones en 33 años), haya remplazos, siempre que se trate de emigrados del Mariel.
   Los dos gobiernos, dice la Declaración, se pondrán de acuerdo en la lista y el mecanismo de devolución. Por fin se mueve de nuevo un espinoso asunto demorado tres décadas. 
   El pacto prevé la devolución, caso por caso, de otros cubanos considerados en situación irregular en Estados Unidos. 

   Nunca los dos países habían llegado a una densidad de acuerdos como esta. Falta ver qué pasa en la impredecible administración Trump. 

jueves, 12 de enero de 2017

Fin de 'pies secos-pies mojados'

   Hasta comunicados oficiales de Cuba y Estados Unidos terminaron por llamar “política de pies secos-pies mojados” al coctel de normas que Washington aplicó durante 22 años a la emigración cubana.
   No hay ley o disposición oficial con ese nombre, aunque existe una interpretación legal de 1999, del entonces Servicio de Inmigración y Naturalización, que llama así al régimen legal aplicable.
   En el verano de 1994 estalló la crisis de los balseros, durante la cual cerca de 38 mil cubanos se lanzaron al mar en embarcaciones precarias para alcanzar las costas de Estados Unidos. 
   El conflicto terminó con un acuerdo migratorio en septiembre de ese año. Entre otros compromisos, Estados Unidos asumió el de entregar al menos 20 mil visas anuales a cubanos y devolver a la isla a los que interceptara en alta mar en travesías ilegales.
   Esos eran los pies mojados, los perdedores de la ecuación. Balseros interceptados o rescatados por la Guardia Costera de Estados Unidos en el Estrecho de la Florida, terminaron devueltos a Cuba por el puerto de Cabañas, en el noroeste de la isla.


                   Balseros' cubanos y la Guardia Costera de Estados Unidos. Foto Ap


   Los ganadores eran los pies secos. Los cubanos que llegaban a pisar territorio estadunidense al final de una azarosa travesía marina, al cruzar la frontera mexicana o canadiense, al llegar legalmente a un aeropuerto e incluso al final de un episodio de violencia, como el secuestro de una embarcación.
   Con uno de los extremos del fenómeno Tom Wolfe armó su divertida Bloody Miami (2013).
   Los pies secos al llegar a Estados Unidos recibían un parole o admisión bajo palabra, lo que les daba un subsidio de manutención y seguro médico inmediato, permiso de trabajo meses después. Al año y un día podían pedir la residencia, de acuerdo con la Ley de Ajuste Cubano de 1966.
   Durante décadas pareció que todo era un paquete único, cuando en realidad eran dos pasos distintos. Lo que decidió Obama este jueves 12, una semana antes de dejar el cargo, fue eliminar el parole automático. Queda la Ley de Ajuste.
   Es decir que un cubano podrá llegar a Estados Unidos por vía legal, quedarse un año de alguna forma, sin subsidios, y después pedir la residencia bajo la Ley de Ajuste.

   La Declaración Conjunta Cuba-EU sobre migración marca otro vuelco en la relación bilateral. El fin de los pies secos-pies mojados es un fuerte golpe a la emigración cubana indocumentada y sus implicaciones delictivas y violentas. 

lunes, 2 de enero de 2017

La bomba Odebrecht

  Un reparto masivo de sobornos en tres continentes durante la última década y media llevó el fin de año al gigante brasileño de la construcción Odebrecht a sendos acuerdos con la justicia en Brasil, Estados Unidos y Suiza. 
   Junto con la petroquímica Braskem, a la que controla en forma indirecta, Odebrecht tendrá que pagar multas por unos 3 mil 500 millones de dólares en lo que el el Departamento de Justicia estadunidense llamó “el mayor caso de sobornos extranjeros en la historia”.
   Este caso es independiente del que mantiene en una  cárcel brasileña al ex presidente de la empresa, Marcelo Odebrecht, en una de las consecuencias de la Operación Lava Jato.
   El nuevo asunto estuvo algo apagado, porque estalló en el umbral de las fiestas navideñas. Pero una somera revisión de los cargos muestra un arco considerable de  pistas que disparan dardos en varias direcciones y en varios países, todavía pendientes de esclarecer.
   Según la autoridad estadunidense, Odebrecht pagó unos 788 millones de dólares en sobornos a funcionarios de gobierno o sus representantes, así como a partidos políticos de varios países, a fin de obtener contratos. 
   La operación estuvo dirigida por los más altos niveles de la compañía y se ejecutó desde una “estructura financiera secreta”, a través de una “compleja red” de empresas de tapadera, transacciones sin registro y cuentas bancarias en paraísos fiscales, de acuerdo con la acusación.
   Dice el Departamento de Justicia de Estados Unidos que para 2006 Odebrecht tuvo que crear su División de Operaciones Estructuradas, que en realidad era un “departamento de sobornos”.



   Entre el amplio catálogo de casos están estos:
   -Colombia. Entre 2009 y 2014 (gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos), sobornos por 11 millones de dólares para asegurar contratos de obra pública, que dejaron beneficios a Odebrecht por 50 millones de dólares.
   -México. Entre 2010 y 2014 (gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto), sobornos por 10.5 millones de dólares para obtener contratos de obra pública, que arrojaron beneficios para la empresa por 39 millones de dólares. Un caso particular: entre diciembre de 2013 y 2014, un pago de 6 millones de dólares a “un alto funcionario de una empresa propiedad y bajo control del Estado” para garantizar que la brasileña se adjudicara un proyecto.
   -Venezuela. Entre 2006 y 2015 (gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro), sobornos por 98 millones de dólares a funcionarios o representantes del gobierno para obtener contratos. 
   El informe cita también casos en Angola, Argentina, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Mozambique, Panamá y Perú.
   Hasta ahora son pocas las reacciones oficiales. Panamá abrió una investigación judicial y canceló la participación de Odebrecht en nuevas licitaciones. Para que vuelva a operar en el país, la empresa tendrá que resarcir el daño al Estado y cooperar con la pesquisa.
   Perú también abrió una investigación y exige la devolución del dinero obtenido por la vía de la corrupción. Tampoco permitirá que la compañía entre a nuevas licitaciones, si resulta sancionada.

   Colombia requisó documentación de la empresa como parte de una averiguación.
   En el resto, por ahora, nada concreto...