lunes, 13 de noviembre de 2017

Padura en México



   Lento y sigiloso, Leonardo Padura emprendió el ascenso desde la planicie central de México hacia la capital, para evadir así un choque frontal con los dos mil 200 metros de elevación de la antigua Tenochtitlán. La última vez que salió del nivel del mar de La Habana y aterrizó de golpe en esas alturas, hace casi dos décadas, la presión le pasó la cuenta. Se desmayó y ya no quiso intentar algo parecido. Así que trazó la táctica del ascenso pausado: salir de Guadalajara por carretera, cruzar el Bajío y acercarse al pasito a su destino.
   El plan dio resultado y el novelista pudo desahogar sin problemas de salud una trepidante agenda en la Ciudad de México, que iniciaba con el amanecer y terminaba poco antes del día siguiente. Apenas pudo tomar unos brevísimos descansos, en los que alcanzó a rendir honores a uno que otro tequila. Con la pompa de rigor, recibió el honoris causa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Muy lejos del pulover y las bermudas con los que caminaría en Mantilla, en el Palacio de Minería vistió la muceta y el birrete medievales, propios de su nuevo grado académico. 



Padura recibe el doctorado 'honoris causa' de la UNAM. A su derecha, el rector Enrique Graue. Foto Jesús Villaseca


   La lista de honrados en ese rango por la UNAM puede ser un retrato del siglo XX, en el que están, entre notables científicos y humanistas nacionales y extranjeros, Alfonso Reyes, José Vasconcelos, Juan Ramón Jiménez, José Gaos, Claude Lévi-Strauss, Octavio Paz, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Elena Poniatowska, Fernando Savater, José Emilio Pacheco, Noam Chomsky, Carlos Monsiváis, Mario Vargas Llosa y Eduardo Lizalde. En 107 años sólo hay dos cubanos en ese registro. Uno es Manuel Márquez-Sterling (1872-1934), el periodista, escritor y político a quien se recuerda en México porque, más allá de sus obligaciones como embajador de la isla, respaldó y defendió al presidente Francisco I. Madero, cuando los golpistas derrocaban y asesinaban en 1913 al jefe del primer gobierno de la Revolución Mexicana. El otro originario de la isla en la relación de ilustres es Padura. De ahí que el novelista subrayara, cada vez que podía, que su distinción lo era para la cultura cubana. 
   En su último día de actividades Padura volvió a tocar la historia con las manos. Habló a cientos de lectores que se apretujaron en la Casa Museo León Trotskya cuyos pequeños espacios ya no pudo entrar otra multitud que se quedó frustrada en la calle. El escritor recordó el momento de octubre de 1989, cuando su primera visita al sitio donde fué asesinado el revolucionario ruso le causó una conmoción. Observar aquellos muros altos, la puerta metálica reforzada, el torreón donde se apostaban los vigilantes armados custodiando al fundador del Ejército Rojo, fueron como una semilla sembrada en su conciencia. El estremecimiento se disparó tiempo después, cuando se enteró de que Ramón Mercader había vivido en Cuba entre 1974 y 1978. Tenía que escribir la historia y ahora lo dice con una cita de Marco Aurelio, el emperador sabio: “Aquello estaba deseando ocurrir”. Después de años de investigación, conversaciones, lecturas y relecturas, el autor cree que el crimen salió de la mente enferma de Stalin, pero sobre todo del propósito de acallar la verdad.



En la Casa Museo León Trotsky de México, Esteban Volkow, el escritor marxista Alan Woods y Leonardo Padura.

   En la casa donde Trotsky pasó su exilio mexicano, Padura vivió experiencias únicas: volvió al lugar del crimen con la novela no sólo escrita, sino traducida a 30 idiomas; conoció personalmente a Esteban Volkow, el nieto de León Davidovich, que era un niño cuando, en ese mismo lugar, escapó de milagro al fracasado ataque a tiros contra su abuelo. El escritor pudo, en fin, recibir el homenaje que le rindió ante los lectores ese hombre de origen ucraniano, ingeniero químico, ahora de 92 años, único testigo vivo de la tragedia. Con El hombre que amaba a los perros, dijo Volkow, Padura ha demostrado que es posible retornar al pasado y recrear los hechos con gran veracidad. Ha contribuido a restablecer la verdad y la memoria histórica.    
   
   
  
  







viernes, 16 de junio de 2017

Cuba: Trump aviva la hoguera


  Alguna ventaja tiene el anuncio de Donald Trump sobre su política hacia Cuba: después de meses de hablar generalidades, por fin se sabe que la Casa Blanca decidió volver a elevar el peso del anticastrismo de Florida en las decisiones hacia la isla.
   La forma del anuncio dijo tanto como el fondo. Los discursos fueron ardientes proclamas de guerra fría, en el típico escenario del exilio más antiguo y radical: el teatro Manuel Artime de La Pequeña Habana.
   “Prometí ser una voz en contra de la represión”, le dijo Trump a su auditorio. “Ustedes escucharon ese juramento y salieron a las urnas y votaron. Y aquí estoy yo, como les prometí”.
   No se molestó el presidente en recordar que Hillary Clinton ganó en los condados del sur de la Florida de mayor presencia cubana.



Cubanos en La Habana siguen el discurso de Trump en Miami, este viernes 16 de junio. Foto Xinhua


   Por ahora en algunos aspectos hay un retroceso a la época de Bush hijo. Se perfila un fuerte daño a las relaciones bilaterales, y en consecuencia, un repunte del foco de tensión regional que ya parecía en vías de extinción.
   El ambiente empeora y puede envenenar el trabajo bilateral en el día a día. Habrá consecuencias negativas para algunas empresas estadunidenses, que reducen su horizonte de negocio, y para los ciudadanos que vuelven a tener más limitaciones a su derecho de libre movimiento.
   También dañará a los emprendedores cubanos, que ya estaban en plena construcción de su mercado de turistas del norte.
   En la medida en que los intransigentes en Estados Unidos se sientan cómodos en un ambiente de confrontación, es posible que en Cuba se vigoricen las voces que también se sienten más cómodas en el choque.
   Trump dijo una frase rotunda: “Con efecto inmediato, cancelo por completo el acuerdo unilateral con Cuba de la última administración”.  Se refiere a la directiva presidencial de Obama de 2016 para la normalización de relaciones. 
   Pero en el Memorandum de Seguridad Nacional, firmado hoy, o en el documento de 'background' de la Casa Blanca, o en el de preguntas y respuestas de la Oficina de Control de Activos del Tesoro, no hay señales de un desmantelamiento integral de las relaciones.
   Sólo se confirmaron las medidas anticipadas en la prensa: restricción de negocios con las corporaciones militares cubanas y un regreso a la era de los obstáculos a los viajes de los estadunidenses a la isla.
    En cambio, y mientras no haya otra indicación, subsisten las relaciones diplomáticas, las embajadas, los vuelos y cruceros comerciales, los viajes y las remesas de los cubanos a la isla y, hasta donde se conoce, el paquete de acuerdos en materias tan diversas como medio ambiente, áreas protegidas, seguridad para la navegación marítima, los viajeros y el comercio; búsqueda y salvamento marino, meteorología y otras.

   Tampoco, que se sepa, cesa de inmediato la cooperación en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas. A menos que la tirria contra los militares cubanos se siga de frente.



             Trump en el teatro Manuel Artime de Miami, este viernes 16 de junio. Foto Afp




lunes, 6 de marzo de 2017

Migración: retos del nuevo mapa regional

La migración indocumentada por la frontera México-Estados Unidos cambió de rostro en los últimos años: hay menos mexicanos y más centroamericanos y migrantes de otros países y regiones.

Estas tendencias son conocidas y el Instituto de Politica Migratoria (MPI) de Washington acaba de publicar un informe que precisa componentes del nuevo mapa.

El reporte de la investigadora Jessica Bolter dice que el punto de giro fue entre 2015 y 2016.

De la nueva realidad apunta la autora que el fin de la política de pies secos-pies mojados para los cubanos, el 12 de enero de 2017, impactó de inmediato: sólo 279 se presentaron en la frontera de Laredo en la segunda quincena de enero; todos fueron rechazados como inadmisibles.

En enero de 2016 por el mismo lugar entraron tres mil 846 originarios de la isla.

Igual que con los cubanos, Estados Unidos -aún con Obama- cambió de política y empezó a rechazar y a deportar haitianos.

Además, al cierre de fronteras en Europa, africanos y asiáticos están llegando al continente americano para seguir viaje hacia el norte.

Los países de procedencia de mayor incremento en el tránsito son India, Nepal, Ghana y República Democrática del Congo.

El nuevo escenario es el de países que antes eran de tránsito y ahora son receptores netos de migración.

              Haitianos ante una oficina de Migración de México, en Tijuana. Foto Afp


Los migrantes están varados a lo largo del recorrido o aglomerados en centros de detención o albergues y los gobiernos de la región no tienen una política clara ni armónica: hay quienes piden visa y quienes no; varios cerraron frontera y se ha extendido la deportación de irregulares.

Se conoce la endurecida posición de Estados Unidos con Trump, pero en los últimos meses de Obama, cita la investigadora del MPI, la detención de migrantes fue creciente hasta los 41 mil en noviembre pasado, con un notable aumento de haitianos, 4 mil 400 ese mes.

(En México es notoria la concentración de haitianos en Tijuana).

La parte más atractiva del informe de Bolter es la que se refiere a los retos a futuro.

Dice que, al margen de los actuales movimientos de los gobiernos, los impulsos para la emigración no se van a eliminar rápidamente.

El deterioro de Brasil seguirá impulsando a las decenas de miles de haitianos a seguir camino. Haití mismo es un foco de expulsión de población, con los efectos del huracán Matthew y el cólera.

Africanos y asiáticos huyen de la pobreza y de la persecución. Por último, considera la investigadora, los cubanos quieren buscar un mejor horizonte económico a través de sus intrincados lazos familiares en Estados Unidos, tejidos durante más de un siglo, los cuales no se disolverán con el fin de pies secos-pies mojados.





sábado, 18 de febrero de 2017

Facebook...¿ONG?

   Mark Zuckerberg, el fundador, propietario y líder de Facebook, acaba de lanzar un
manifiesto de casi 6 mil palabras, en el cual expone su idea de la red en este momento: es hora de pasar a la acción.
   Con unos mil 800 millones de miembros, Facebook es de lejos la red social más influyente, una de las empresas tecnológicas más rentables, escenario principal de la información en línea y, por lo que se ve, fuente de tentaciones en grande.
   Una lectura del manifiesto puede ser que se trata de una amplia respuesta al aislacionismo radical de Trump. Visto de otra manera, suena al lanzamiento de una especie de ONG virtual.
   Pero la idea parece ir más allá de la coyuntura y exhibe el extremo al que se llega en el contraste entre la vida terrenal y la nube.
   Al final, lejos de ser un discurso redondo y concluido, parece más bien un almacén de inquietudes y dudas a punto de explotar.
   En cierta forma es el fondo de la discusión sobre si la Primavera Árabe o la Revolución Naranja de Ucrania salieron de la realidad de esos países o de los móviles disparando mensajes.  
   Después de conectar el mundo, dice Zuckerber, “estamos cerca de dar nuestro siguiente paso”. Mira el horizonte de la red como una oportunidad para “expandir prosperidad y libertad, promover paz y entendimiento, rescatar a la gente de la pobreza y acelerar la ciencia”.
   La lista de metas se extiende a liquidar el terrorismo, combatir el cambio climático o prevenir pandemias.


                                         Foto Ap

   La tarea de Facebook, dice su líder, es desarrollar una infraestructura social para darle a la gente el poder de construir una comunidad global que trabaje para todos, que tenga los impactos más positivos, que mitigue la división y el aislamiento. 
   Ya no se trata sólo de conectar amigos y familias, sino de reconocerse como el proyecto que es, “más grande que cualquier organización o compañía”.
   Dice que en Facebook hay más de 100 millones de personas que participan en grupos “significativos”, es decir, que trascienden de alguna manera a la vida real, que no se limitan al intercambio de información. 
   Par algunos problemas, desde amenazas a la paz o a la salud, Facebook está en posición única para prevenir o asistir, dice su fundador. Puede atajar un suicidio, lanzar la búsqueda de un niño extraviado o recolectar fondos tras un desastre.
   Zuckerberg cree que el intercambio de información en la red tiene un contenido más diverso que el que circula en los medios convencionales y que puede hacerlo más panorámico y preciso. De ahí el recurso recién lanzado para detectar y evidenciar noticias falsas.
   Pero, recuerda también, está la cuestión de los límites: ¿Qué desnudos, qué violencia, qué imágenes, qué discurso resiste Facebook? 

   Plantea, por fin, que el aterrizaje de su idea está en impulsar a la gente a que vote y participe en los procesos políticos reales de su entorno y, a la vez, en explorar una suerte de “comunidad de gobierno” mundial. 

viernes, 10 de febrero de 2017

Centroamérica ante Trump

   Remesas, comercio, inversión y medio ambiente. Estos son los puntos débiles de América Central frente a una potencial ofensiva del gobierno Trump, según un centro de estudios independiente.
   El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), con sede en Guatemala, examinó los potenciales “canales de transmisión” a Centroamérica de algunos de los giros radicales que ya se ven en la Casa Blanca.
   El Icefi considera posible que el conjunto de la política migratoria desemboque en una caída de las remesas.
   El flanco más sensible es el Triángulo Norte: Honduras, con el 5 por ciento del total de envíos externos para la región, que le representa el 18.1 por ciento de su PIB, para 2015; El Salvador (13.18 y 16.5) y Guatemala (8.36 y 9.9).
   Luego el reporte apunta los signos de interrogación hacia el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA), negociado y ratificado en la década pasada, bajo el gobierno de George W. Bush.
   La declarada oposición de Trump a todos los tratados podría llevarse a este, que recogió los beneficios de acceso al mercado del norte de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), de 1983.
   El Icefi advierte que, a pesar del Tratado, han caído las exportaciones de la región a Estados Unidos como porcentaje del PIB, con la excepción salvadoreña. 
   Mayores restricciones desde Estados Unidos al comercio de la región pueden tumbar más aún el flujo.
   El Icefi no lo dice, pero durante su negociación, el DR-CAFTA fue blanco de intensas críticas en el área.
    Hubo una intensa agitación social en los países involucrados, incluso en Estados Unidos. Allá se temia una pérdida de empleos. En el istmo se impugnaba un acuerdo que daba trato igual a empresas muy desiguales.

Manifestación contra el DR-CAFTA en San José, Costa Rica, en 2006. Foto www.ticotimes.net

   En cualquier caso, la eventual desaparición del Tratado, aún con sus desventajas, deja abierta la cuestión del futuro comercial centroamericano con el mercado del norte y en general la del sector externo de la zona.
   Otro foco de atención del Icefi es la inversión directa estadunidense, que según la evaluación del mismo centro, como porcentaje del PIB aumentó en Nicaragua, y levemente en El Salvador y Panamá, se estancó en Costa Rica y cayó en Guatemala y Honduras.
   “Medidas drásticas de retiro de capital estadounidense como las que ya se están operando en México”, dice el Instituto, impactarían en el crecimiento y el desarrollo de la región, en particular en los países en los que ya se ha reducido la llegada de recursos.
   Por último, el Icefi recuerda que Trump sencillamente está convencido de que no existe el cambio climático. 
   Es una alerta para Centroamérica, “una de las regiones más vulnerables” a los efectos del fenómeno.
   El Icefi concluye que el modelo de exportación e inversión extranjera directa como motores del crecimiento ha mostrado en Centroamérica ineficiencia para resolver problemas estructurales. 

   Plantea una revisión de ese modelo y una urgente discusión de alternativas “ante los nuevos desafíos que plantean los cambios en el país del norte”.

sábado, 4 de febrero de 2017

¿Pegará Trump a las remesas?

   Sin amenaza explícita, Trump dejó abierta la opción de adoptar represalias que impliquen un golpe a las remesas para México y otros países de América Latina.
   En su conferencia de prensa del 11 de enero, aún antes de tomar posesión de la Presidencia de Estados Unidos, dijo que su gobierno pagará el muro fronterizo, pero que pasará la factura a México, “sea a través de un impuesto o de un pago…”
   Al día siguiente, el presidente Peña Nieto reiteró que México no pagará el muro, pero anticipó que buscará garantizar el libre flujo de remesas.
   El 31 de enero, el secretario mexicano de Hacienda, José Antonio Meade, anunció que esa garantía se convertirá en una iniciativa de ley


   El tamaño del conflicto lo ofreció el 1 de febrero el Banco de Méxicoal reportar que las remesas de mexicanos fueron de 26 mil 970 millones de dólares en 2016, 8.82 por ciento más que en 2015.
   Aunque su impacto en el PIB es modesto, en torno al 2.8 por ciento, el total del año pasado es el más alto que se haya registrado, por encima del tope anterior, de 2007. 
   Es el tercer ingreso de divisas de México, debajo del automotriz y el agroalimentario y muy por encima del turismo y el petróleo.

   Para Centroamérica y otros países del área, la amenaza es menos clara, pero nada descartable. El muro, pero sobre todo el odio racista y xenófobo que lo impulsa, no distingue entre mexicanos y otros. 

miércoles, 1 de febrero de 2017

México, Trump y América Latina

   Enmedio de la ofensiva de Trump contra México, la distancia entre este país y América Latina y el Caribe se ve enorme.
   Nada es casual, sino resultado de la historia reciente. Una consecuencia de la alianza con Estados Unidos, al surgimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, fue el alejamiento de México del sur del continente. 
   No es que México haya tenido una gran afinidad con los gobiernos del área durante las décadas de la guerra fría. Por el contrario, son mayores los tramos de lejanía que los de concertación.  
   Pero los gobiernos mexicanos conservaron márgenes de maniobra y capacidad disuasiva para actuar cuando lo requería un imperativo de seguridad nacional. 
   La relación especial con Cuba, la política de asilo y refugio y el esquema para pacificar Centroamérica son ejemplos.
   Como escribió el desaparecido investigador mexicano Mario Ojeda, en su conocida como Tesis Ojeda: “Estados Unidos reconoce y acepta la necesidad de México a disentir de la política norteamericana en todo aquello que le resulte fundamental a México, aunque para los Estados Unidos sea importante, mas no fundamental. A cambio de ello México brinda su cooperación en todo aquello que siendo fundamental o aun importante para los Estados Unidos, no lo es para el país”.
   Pero ese tiempo pasó. La alianza en torno al TLCAN (y en buena medida 
el fundamentalismo neoliberal de los gobiernos recientes) movió los reflectores de la diplomacia mexicana hacia el norte.
   Sólo que, como en la figura clásica, tiraron al niño junto con el agua de la bañera. Los espacios disponibles y la capacidad de gestión en el sur se redujeron a su mínima expresión.
   En años recientes, los intentos por relanzar los espacios de maniobra de México en esa región han sido formales y tímidos.
   Simbólicamente, Peña Nieto canceló a última hora su asistencia a la cumbre de la Celac en Santo Domingo el pasado 24 de enero.
   Esa día viajaban a Washington el canciller Videgaray y el secretario Guajardo, de Economía, cuando un tuit de Trump anunció la inmiente orden para levantar el muro fronterizo. Ahí se precipitó la masacre, que no cesa.






   No es retórica, ni canciones patrióticas, ni poses para la foto, ni exabruptos lo que tendrían que buscar México y sus vecinos del sur, en particular los centroamericanos. Necesitan alianzas para enfrentar una amenaza real y galopante a la seguridad nacional de todos ellos.

sábado, 21 de enero de 2017

Trump y Obama en la web

   Con los papeles cruzados, el nuevo presidente de Estados Unidos y el saliente abrieron fuego de inmediato en la web.
   Trump eliminó en el sitio oficial de la Casa Blanca las páginas dedicadas a cambio climático, derechos de LGTB y Cuba. 
   En cambio, incluyó el paquete de sus conocidas prioridades (energía, empleo, crecimiento, fuerza militar, cierre de frontera…).
   En política exterior puso como máximo objetivo derrotar al Estado Islámico; luego, reconstruir el poderío militar estadunidense.
   En el sitio de la nueva administración no se ve América Latina. Sólo México como amenaza y conflicto y la exclusión de Cuba.  
    Obama anunció que sigue en la política. Abrió el sitio de su oficina el de su Fundación y en ambos se declara dispuesto a seguir con su agenda.




   “El cambio que buscamos tomará más tiempo que un periodo de gobierno o una Presidencia”, dice la presentación de la página personal. “El verdadero cambio -el gran cambio- toma muchos años y requiere que cada generación asuma las obligaciones y oportunidades que vienen con el título de ciudadano

sábado, 14 de enero de 2017

Cuba-EU: el impacto regional


   Al rechazar Estados Unidos a cubanos sin papeles se desploma un estímulo a los balseros del Estrecho de Florida y a los migrantes de la isla que peregrinan por México y Centroamérica.
   Sin la admisión automática en territorio estadunidense, crece hasta el infinito el costo personal de una travesía ilegal por mar o del riesgoso recorrido por la selva colombiana, el Tapón de Darién, las fronteras cerradas del istmo y los dominios de la delincuencia organizada en México.
   El acuerdo bilateral del 12 de enero tiene, así, un impacto regional inmediato: desinfla un fenómeno que se había expandido por la zona con una intervención creciente de mafias trasnacionales y cuotas de violencia.
   La Declaración Conjunta prevé que Cuba y Estados Unidos, “decididos a desalentar resueltamente los actos ilícitos vinculados con la migración irregular, promoverán la cooperación bilateral eficaz para prevenir, y procesar el tráfico de personas, así como los delitos asociados a los movimientos migratorios, que ponen en peligro su seguridad nacional, incluyendo el secuestro de aeronaves y embarcaciones”.


Migrantes cubanas en Panamá, en tránsito a Estados Unidos. Foto Ap

   En sustancia esta era una demanda de los gobiernos de la región, abrumados y en parte rebasados por la columna de cubanos que se añadió en el último año al éxodo indocumentado propio. Gobiernos del área celebran el acuerdo.
   Pero el cambio apenas significa un reacomodo en el panorama migratorio regional. Sólo elimina el estímulo de las puertas abiertas al final del recorrido, no cancela los resortes internos de la migración. 
   Los cubanos cuentan ahora igual que los mexicanos o los centroamericanos en las fronteras de Estados Unidos, pero eso no significa que abandonarán sus intentos de buscar mejores horizontes. Cesó una consecuencia de la guerra fría, pero están vigentes las condiciones del siglo XXI. 

   Aunque celebren el acuerdo, los gobiernos del área tienen aún la tarea pendiente de asegurar para otros -cubanos incluidos- la emigración segura, legal y ordenada que reclaman para sus nacionales.

viernes, 13 de enero de 2017

Cuba-EU: el paquete migratorio

Ademas de quitar el piso a los indocumentados cubanos, Cuba y Estados Unidos alcanzaron el mayor y más avanzado paquete de acuerdos migratorios en medio siglo.
   La Declaración Conjunta del pasado jueves 12 de enero llama en conjunto “Acuerdos Migratorios” a:
   -Comunicado Conjunto del 14 de diciembre de 1984 (Cuba acepta recibir a 2 mil 746 de sus nacionales que se fueron a Estados Unidos por el puerto de Mariel en 1980 y son “excluibles” para el gobierno estadunidense, en su mayor parte por haber cometido delitos graves. Estados Unidos permite la entrada anual de 20 mil cubanos). Por la salida al aire de la estadunidense Radio Martí, estos acuerdos se suspendieron durante tres años.



                                                         El éxodo de Mariel de 1980

   -Comunicado Conjunto del 9 de septiembre de 1994 y Declaración Conjunta del 2 de mayo de 1995 (solución a la crisis de los balseros; Estados Unidos devolverá a cubanos interceptados en alta mar en travesía ilegal y otorgará por lo menos -ya no una cifra general, sino el piso mínimo- 20 mil visas anuales; Cuba recibirá a los repatriados y se compromete a no ejercer represalias; oposición de ambos países a la violencia en el curso de intentos de emigración ilegal).
   Al eliminar el parole o admisión automática a los cubanos que lleguen a Estados Unidos, el acuerdo de esta semana también eliminó un plan instaurado por el presidente George W. Bush para aceptar en Estados Unidos a trabajadores cubanos de la salud que desertaran de su misión profesional en terceros países.
   “Los Estados Unidos”, dice la Declaración del 12 de enero, “en lo adelante aplicará a todos los ciudadanos cubanos, de conformidad a sus leyes y normas internacionales, el mismo procedimiento y normas migratorias aplicados a los ciudadanos de otros países”.
   O sea que, salvo la excepción aún vigente de la Ley de Ajuste (por la cual los cubanos que lleguen legalmente a Estados Unidos pueden aspirar a la residencia al año de estancia), los originarios de la isla sin una visa son ahora en la frontera lo mismo que mexicanos, hondureños, salvadoreños o haitianos en su misma situación.
   Según la más reciente Declaración Conjunta, los cubanos detectados en Estados Unidos en intentos de ingreso o permanencia ilegal, serán deportados a la isla, que los recibirá.   
   Cuba acepta que en la lista de “excluibles” de 1984 (sujeta, por supuesto, a tantas variaciones en 33 años), haya remplazos, siempre que se trate de emigrados del Mariel.
   Los dos gobiernos, dice la Declaración, se pondrán de acuerdo en la lista y el mecanismo de devolución. Por fin se mueve de nuevo un espinoso asunto demorado tres décadas. 
   El pacto prevé la devolución, caso por caso, de otros cubanos considerados en situación irregular en Estados Unidos. 

   Nunca los dos países habían llegado a una densidad de acuerdos como esta. Falta ver qué pasa en la impredecible administración Trump. 

jueves, 12 de enero de 2017

Fin de 'pies secos-pies mojados'

   Hasta comunicados oficiales de Cuba y Estados Unidos terminaron por llamar “política de pies secos-pies mojados” al coctel de normas que Washington aplicó durante 22 años a la emigración cubana.
   No hay ley o disposición oficial con ese nombre, aunque existe una interpretación legal de 1999, del entonces Servicio de Inmigración y Naturalización, que llama así al régimen legal aplicable.
   En el verano de 1994 estalló la crisis de los balseros, durante la cual cerca de 38 mil cubanos se lanzaron al mar en embarcaciones precarias para alcanzar las costas de Estados Unidos. 
   El conflicto terminó con un acuerdo migratorio en septiembre de ese año. Entre otros compromisos, Estados Unidos asumió el de entregar al menos 20 mil visas anuales a cubanos y devolver a la isla a los que interceptara en alta mar en travesías ilegales.
   Esos eran los pies mojados, los perdedores de la ecuación. Balseros interceptados o rescatados por la Guardia Costera de Estados Unidos en el Estrecho de la Florida, terminaron devueltos a Cuba por el puerto de Cabañas, en el noroeste de la isla.


                   Balseros' cubanos y la Guardia Costera de Estados Unidos. Foto Ap


   Los ganadores eran los pies secos. Los cubanos que llegaban a pisar territorio estadunidense al final de una azarosa travesía marina, al cruzar la frontera mexicana o canadiense, al llegar legalmente a un aeropuerto e incluso al final de un episodio de violencia, como el secuestro de una embarcación.
   Con uno de los extremos del fenómeno Tom Wolfe armó su divertida Bloody Miami (2013).
   Los pies secos al llegar a Estados Unidos recibían un parole o admisión bajo palabra, lo que les daba un subsidio de manutención y seguro médico inmediato, permiso de trabajo meses después. Al año y un día podían pedir la residencia, de acuerdo con la Ley de Ajuste Cubano de 1966.
   Durante décadas pareció que todo era un paquete único, cuando en realidad eran dos pasos distintos. Lo que decidió Obama este jueves 12, una semana antes de dejar el cargo, fue eliminar el parole automático. Queda la Ley de Ajuste.
   Es decir que un cubano podrá llegar a Estados Unidos por vía legal, quedarse un año de alguna forma, sin subsidios, y después pedir la residencia bajo la Ley de Ajuste.

   La Declaración Conjunta Cuba-EU sobre migración marca otro vuelco en la relación bilateral. El fin de los pies secos-pies mojados es un fuerte golpe a la emigración cubana indocumentada y sus implicaciones delictivas y violentas. 

lunes, 2 de enero de 2017

La bomba Odebrecht

  Un reparto masivo de sobornos en tres continentes durante la última década y media llevó el fin de año al gigante brasileño de la construcción Odebrecht a sendos acuerdos con la justicia en Brasil, Estados Unidos y Suiza. 
   Junto con la petroquímica Braskem, a la que controla en forma indirecta, Odebrecht tendrá que pagar multas por unos 3 mil 500 millones de dólares en lo que el el Departamento de Justicia estadunidense llamó “el mayor caso de sobornos extranjeros en la historia”.
   Este caso es independiente del que mantiene en una  cárcel brasileña al ex presidente de la empresa, Marcelo Odebrecht, en una de las consecuencias de la Operación Lava Jato.
   El nuevo asunto estuvo algo apagado, porque estalló en el umbral de las fiestas navideñas. Pero una somera revisión de los cargos muestra un arco considerable de  pistas que disparan dardos en varias direcciones y en varios países, todavía pendientes de esclarecer.
   Según la autoridad estadunidense, Odebrecht pagó unos 788 millones de dólares en sobornos a funcionarios de gobierno o sus representantes, así como a partidos políticos de varios países, a fin de obtener contratos. 
   La operación estuvo dirigida por los más altos niveles de la compañía y se ejecutó desde una “estructura financiera secreta”, a través de una “compleja red” de empresas de tapadera, transacciones sin registro y cuentas bancarias en paraísos fiscales, de acuerdo con la acusación.
   Dice el Departamento de Justicia de Estados Unidos que para 2006 Odebrecht tuvo que crear su División de Operaciones Estructuradas, que en realidad era un “departamento de sobornos”.



   Entre el amplio catálogo de casos están estos:
   -Colombia. Entre 2009 y 2014 (gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos), sobornos por 11 millones de dólares para asegurar contratos de obra pública, que dejaron beneficios a Odebrecht por 50 millones de dólares.
   -México. Entre 2010 y 2014 (gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto), sobornos por 10.5 millones de dólares para obtener contratos de obra pública, que arrojaron beneficios para la empresa por 39 millones de dólares. Un caso particular: entre diciembre de 2013 y 2014, un pago de 6 millones de dólares a “un alto funcionario de una empresa propiedad y bajo control del Estado” para garantizar que la brasileña se adjudicara un proyecto.
   -Venezuela. Entre 2006 y 2015 (gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro), sobornos por 98 millones de dólares a funcionarios o representantes del gobierno para obtener contratos. 
   El informe cita también casos en Angola, Argentina, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Mozambique, Panamá y Perú.
   Hasta ahora son pocas las reacciones oficiales. Panamá abrió una investigación judicial y canceló la participación de Odebrecht en nuevas licitaciones. Para que vuelva a operar en el país, la empresa tendrá que resarcir el daño al Estado y cooperar con la pesquisa.
   Perú también abrió una investigación y exige la devolución del dinero obtenido por la vía de la corrupción. Tampoco permitirá que la compañía entre a nuevas licitaciones, si resulta sancionada.

   Colombia requisó documentación de la empresa como parte de una averiguación.
   En el resto, por ahora, nada concreto...