sábado, 21 de junio de 2025

México: las horas bajas de su diplomacia

 



                                                     Cancillería mexicana 





Cónsules generales 


  Año y medio después, en la conferencia mañanera del pasado viernes 20 de junio, consultada sobre sus candidatos a cónsules generales, que había enviado al Senado, Sheinbaum expuso su fórmula: “Se abrió no una convocatoria abierta, pero sí a personas que quisieran participar, además de los que son parte del Servicio Exterior Mexicano (SEM)”.



              Gilberto Bosques y Vicente Sánchez Gavito, embajadores de México 




Alfonso García Robles, embajador de México 


 

El personal de carrera, que ha invertido años de estudio y trabajo, y tiene que esperar décadas para llegar a las primeras filas, ahora está marginado, igual que diplomáticos experimentados. Las plazas son abiertamente para premios o compromisos. Un servicio exterior por el que han pasado Gilberto Bosques, Vicente Sánchez Gavito o Alfonso García Robles, vive ahora sus horas bajas.

sábado, 10 de mayo de 2025

Misterio en Caracas, giro en Venezuela

 



  Cuando gran parte del mundo esperaba un nuevo Papa y Nicolás Maduro iba a firmar en Moscú la mayor alianza entre Rusia y un país latinoamericano, un extraño episodio culminaba en Venezuela. 

  Poco se supo de inmediato sobre el suceso que involucró, al menos, a cuatro gobiernos del continente y derivó en la salida del país de cuatro opositores que estaban varados hacía 14 meses en la embajada argentina en Caracas.



Asilados en la embajada argentina en Caracas: Magalli Meda, Claudia Macero, Pedro Urruchurtu, Humberto Villalobos y Omar González. Foto Comando con  Venezuela


  

Maduro violó el derecho de asilo en ese tiempo. Si el desenlace fue mediante una acción de fuerza, hubo una violación adicional a la inmunidad diplomática.

  Las versiones de los hechos son contradictorias y, hasta ahora, pueden resumirse así:

  -Estados Unidos. Martes 6 de mayo de 2025. El secretario de Estado, Marco Rubio, dice en X que hubo un “exitoso rescate”, tras una “operación precisa” y que todos los “rehenes” estaban en territorio estadunidense. Agradece al “personal” y a “nuestros socios” que intervinieron.

  -Argentina. Martes 6. En un comunicado, la Oficina del Presidente Javier Milei dice que por una “exitosa operación” (…) “los cinco (sic) venezolanos refugiados” (…) fueron “extraídos exitosamente de Caracas y trasladados a suelo estadounidense”. Agradece “a todos los involucrados y especialmente” a Rubio. El gobierno agradece “los esfuerzos realizados para garantizar la seguridad y el bienestar” de los ocupantes de la misión.

  -Brasil. Miércoles 7. En una nota oficial, la cancillería, que estaba a cargo de los intereses argentinos desde agosto de 2024,  dice que “tuvo conocimiento, en la noche de ayer, de la salida” de los opositores. Que “realizó gestiones cotidianas ante el gobierno venezolano para asegurar que se atendieran las necesidades básicas” en la sede. Que buscó soluciones por vías diplomáticas desde abril de 2024. Que hizo “numerosas gestiones, al más alto nivel” para obtener salvoconductos, pero fueron desatendidas. Que “el anuncio de la salida pone fin a este episodio”.

  -Venezuela. Miércoles 7. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, dice en su programa semanal de televisión que hubo una “negociación” para que salieran los opositores y que incluyó el viaje a Bogotá, el lunes 5, de Corina Parisca, madre de la ex candidata presidencial, María Corina Machado. Informa que una de las asiladas originales, Claudia Macero, había salido en agosto de 2024.

  -Oposición. Miércoles 7. El Comando con Venezuela, de Machado, dice que los asilados “han llegado sanos y salvos a suelo estadunidense”.

  Jueves 8. En una entrevista por internet, Machado dice que fue una “operación ejecutada a la perfección”. Confirma que su madre salió del país y que Macero se había ido de la embajada el año pasado.



La bandera de Brasil ondea en la sede de la embajada de Argentina en Caracas. Foto tomada de www.bbc.com



  El abanico de relatos sólo coincide en un punto: los opositores están fuera de la embajada, que, hasta el momento de los hechos, era un lugar sumamente vigilado.

  El 20 de marzo de 2024, seis integrantes del primer círculo de Machado, perseguidos por Maduro, entraron a la embajada a pedir asilo. Uno del grupo, Fernando Martínez Mottola, salió en diciembre de ese año y murió en febrero pasado. Con la ahora confirmada salida de Macero, quedaron cuatro.

  El caso entró desde el principio en una imparable espiral de conflicto. Maduro rehusó reconocer el asilo, Milei retiró a su personal diplomátco y las fuerzas de seguridad venezolanas montaron un cerco al edificio. Los asilados se quejaron de cortes en los servicios básicos.

  Paradójicamente, fue en Caracas donde, en 1954, la Organización de Estados Americanos suscribió la vigente Convención sobre Asilo Diplomático, que prevé claramente que  es el Estado asilante el que califica cada caso.

  Maduro violó la Convención y el derecho de asilo al negarse a reconocer el beneficio ya otorgado por Argentina. En el fondo fue la misma decisión que tomó Daniel Noboa, para después ordenar el asalto a la embajada mexicana, el 5 de abril de 2024, y secuestrar al ex vicepresidente Jorge Glas, entonces asilado.

  Encima del atropello al asilo se produjo un giro inesperado en el caso -acción de fuerza o negociación-, que ahora permite que Argentina pueda remontar la situación en su embajada; que Brasil se quite un fardo de encima y que Venezuela liquide un foco de tensión que parecía irresoluble. 

  Al mismo tiempo, Estados Unidos sugiere que ejecutó una acción de fuerza en el país que acaba de suscribir con Rusia un pacto estratégico, con garantías mutuas de defensa, como parte de “la seguridad regional y mundial”.


domingo, 13 de abril de 2025

Celac: frenos, bloques, divisiones...

 



  Luiz Inacio Lula dice, con énfasis en la voz y en los ademanes, que para enfrentar a Donald Trump hay que unir esfuerzos, porque cada país por su cuenta es débil.

  “Individualmente no somos nada, juntos somos muy fuertes”, dice el presidente brasileño y mira fijamente a su colega mexicana, Claudia Sheinbaum, sentada a su lado, en la cumbre de Tegucigalpa de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el pasado 9 de abril. 

  Esos segundos ilustran el elefante en la sala. El mundo se estremece con un súbito cambio de época y esta región es incapaz de tomar ninguna decisión concertada de ningún tipo para sortear la tormenta.



Luiz Inacio Lula y Claudia Sheinbaum, en primer plano, en la cumbre de la Celac en Tegucigalpa, el 9 de abril de 2025. Imagen tomada de la tranamisión del canal 8 de Honduras



  En realidad era difícil cualquier acuerdo, incluso sobre alguno de los flancos más sensibles como Haití o migración. La región no ha hecho en los últimos años sino acumular conflictos de los más diversos orígenes.


El catálogo


  Nicolás Maduro estuvo ausente de la cumbre y evitó así una  presencia divisiva. Venezuela no tiene relaciones con Paraguay y Perú y las tiene congeladas con Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay.

  El origen es la maniobra que llevó a Maduro a proclamarse presidente sin exhibir resultados oficiales de la elección de julio de 2024. Colombia y Brasil mantienen la protesta por la misma causa.

  Venezuela tiene abierta, además, sendas disputas con Guyana, por el territorio del Esequibo, y con El Salvador, por la suerte de los migrantes venezolanos recluidos en el campo de concentración, llamado cárcel por Nayib Bukele, otro que con su ausencia evitó pleitos mayores.

  Está vivo, con recurrentes brotes de tensión, el conflicto por límites marinos entre Colombia y Nicaragua, cuyo dictador Daniel Ortega y su “copresidenta” Rosario Murillo, también faltaron a la cita y la salvaron de un factor más de irritación.

  México rompió relaciones con Ecuador desde el asalto a su embajada hace un año y su relación está al más bajo nivel con Perú, tras la detención del ex presidente Pedro Castillo en 2022.

  El argentino Javier Milei fue otro ausente, lo que quizás agradecieron sus colegas, que así se evitaron convivir con cualquier extravagancia del radical de la motosierra.


Presidencia accidentada 


  Sólo 11 de 33 países estuvieron representados al más alto nivel en Tegucigalpa, en el final de la más accidentada presidencia en la corta historia de la Celac.

  Los problemas de la presidenta Xiomara Castro empezaron muy pronto. En marzo de 2024 difundió mensajes en nombre de la Celac, sucesivamente de:

  -condena a la invasión israelí de Gaza y al “terrorismo en cualquiera de sus formas”

 (contra lo afines a Israel, que querían mencionar a Hamas)

  -felicitación al presidente ruso Vladimir Putin por su “convincente victoria” electoral (de obvia polémica)

  -llamado a la acción en la crisis en Haití y contra una “intervención militar” 

(cuando la Celac ya había respaldado la misión internacional solicitada por el gobierno haitiano, encabezada por Kenia y respaldada por el Consejo de Seguridad)

  Todo provocó, en los hechos, la formación de un bloque opositor a Castro. En un comunicado conjunto, Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay rechazaron esos pronunciamientos.

  El asalto a la embajada mexicana en Quito, en abril de 2024, llevó a una reunión virtual de jefes de Estado y de gobierno, con sólo diez mandatarios.

  Castro anunció un “Proyecto de comunicado especial”, de condena a la agresión y para que una comisión verificara la salud del ex vicepresidente Jorge Glas, cuyo secuestro por las fuerzas ecuatorianas era parte del conflicto.

  Pero nunca hubo constancia de la aprobación del documento ni acción de ningún tipo. En la práctica la región quedó indiferente ante una gravísima violación a la inmunidad diplomática.

  La cumbre de Tegucigalpa terminó con una escueta declaración de ocho puntos de generalidades. Castro inventó la expresión “consenso suficiente” para eludir la realidad: era una mayoría la que aprobaba el resolutivo, con tres en contra (Nicaragua, Paraguay y Perú).

  Lula pidió acabar con la regla del consenso, porque las discrepancias terminaban por paralizar al conjunto. Pero la regla todavía existe y técnicamente ni siquiera los ocho puntos se hubieran podido aprobar.

  Con su asistencia, Sheinbaum marcó distancia con su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien desdeñó el activismo diplomático.

  Pero la presidenta mexicana explicó su asistencia con una de esas expresiones que los líderes pueden pensar pero no tienen por qué hacerlas públicas: “Vamos porque queremos mucho a Xiomara (…) es difícil decir que no, es muy persistente”.





domingo, 9 de marzo de 2025

La OEA en la era Trump

 



  Como todo ahora en el tablero mundial, la elección de secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) pasa por las coordenadas de la era Trump.

  Para suceder a Luis Almagro, el uruguayo alineado con Estados Unidos, que cumplió dos polémicos periodos, había dos candidatos: el canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano y su colega surinamés Albert Ramdin.

  Una campaña de ocho meses había puesto a Ramírez Lezcano al alcance de los 18 votos necesarios, pero a última hora se le cayó el apoyo y su gobierno retiró la candidatura.

  “En los últimos días y en forma abrupta e inexplicable el Paraguay fue informado por países amigos de la región, con quienes compartimos un espacio e historia común, que modificaron su compromiso inicial con nuestro país y decidieron no acompañar finalmente la propuesta”, dijo un comunicado de la cancillería el 5 de marzo pasado.

  El aludido era Uruguay. El nuevo presidente, Yamandú Orsi, cambió a favor de Ramdin el voto que había decidido su antecesor, Luis Lacalle. Lo mismo hicieron algunos caribeños, Brasil y Chile se definieron en esa línea y así precipitaron un escenario distinto.

  Ramdin ya fue secretario general adjunto (2005-2010) pero será el primer caribeño que encabece la OEA.



Albert Ramdin, virtual nuevo secretario general de la OEA



  Este giro pudo ocurrir el 28 de febrero pasado en Montevideo, donde Orsi se reunió con sus colegas Luiz Inacio Lula (Brasil), Gustavo Petro (Colombia) y Gabriel Boric (Chile). El 4 de marzo, en un comunicado conjunto, esos cuatro gobiernos, más  Bolivia, anunciaron su apoyo al canciller de Surinam.



Yamandú Orsi (Uruguay), Gustavo Petro (Colombia), Luiz Inacio Lula (Brasil) y Gabriel Boric (Chile), en Montevideo, el 28 de fenrero de 2025. Foto tomada de la cuenta de X @petrogustavo


  Pero horas antes de esa reunión, The Miami Herald difundió una declaración en la que Mauricio Claver-Carone, el enviado especial de Trump para América Latina, decía que Washington estaba “altamente escéptico” de la OEA por su ineficiencia y burocratismo y veía “la mejor oportunidad” para que el Caribe dirigiera la organización.

  Es decir que abandonaba a su estrecho aliado, después de que Ramírez Lezcano fue en noviembre a Mar-a-Lago a visitar a Trump, ya presidente electo, se hizo las fotos de rigor y cabildeó sus planes con políticos latinos trumpistas de Florida.

  







El canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano en Mar-a-Lago, con Donald Trump y Elon Musk, en noviembre de 2024. Imágenes difundidas en la cuenta de X @mreparaguay


  Con Andrés Manuel López Obrador, México vaciló entre el desdén por la OEA y la idea de desaparecerla. El 19 de diciembre pasado, Claudia Sheinbaum anunció que apoyaría con Petro a una mujer como secretaria general.

   Al final, la diplomacia mexicana  quedó paralizada. Ni hubo candidatura, ni este gobierno ha dicho qué le interesa -si hay algo- de la OEA y Sheinbaum no fue a la toma de posesión de Orsi, en la línea de ostracismo internacional de su antecesor.

  Tras una llamada telefónica con Boric, el 5 de marzo Sheinbaum anunció de soslayo el voto por Ramdin.

  En la prensa paraguaya y otros medios del continente circulan versiones de que está en camino una especie de incursión en gran escala de China en el hemisferio, por la vieja relación de Surinam con la potencia asiática o por el cónclave de Montevideo.

  Hace unos cuatro años Surinam había llegado al borde del colapso. Salía de la pandemia en recesión, con una deuda galopante, hiperinflación, desplome de la moneda y empobrecimiento masivo.  

  Quien lo salvó fue el Fondo Monetario Internacional, que aplicó un plan de rescate con fuertes restricciones al gasto, y en la práctica remplazó a los financieros chinos que, en efecto, habían actuado como prestamistas de última instancia de la ex colonia neerlandesa.

  Por otro lado, no parece que una entidad de la guerra fría, convulsionada por periódicos conflictos internos, asfixiada en sus finanzas y sin capacidad visible de concertación, represente mayor interés para China, que ya es un fuerte inversor y socio comercial en la región.

  Más bien hay que preguntar si Trump, que abiertamente repudia el multilateralismo y ya trazó sus objetivos en el hemisferio, tiene algún interés y de qué tipo en la OEA. Y, en consecuencia, que significa ahora esta vieja estructura para América Latina. 



domingo, 16 de febrero de 2025

Giro en Venezuela en la era Trump

 



   



  De los primeros movimientos de Donald Trump en América Latina, quizás el más influyente en la región sea el trato con Venezuela.

  Quien habló con Nicolás Maduro no fue el secretario de Estado, Marco Rubio, ni el enviado para América Latina, Mauricio Claver-Carone, sino Richard Grenell, un enviado para misiones especiales o para “los lugares más conflictivos”, como Venezuela y Corea del Norte, según dijo Trump.

  Grenell regresó de Caracas con seis estadunidenses, excarcelados en horas, y el compromiso de que el país recibirá migrantes deportados.



Nicolás Maduro recibe en el Palacio de Miraflores a Richard Grenell, enviado especial de Trump, el 31 de enero de 2025. Foto Ap


  En la versión de Maduro, la visita fue un reconocimiento de su régimen, impugnado por la oposición, observadores electorales y decenas de gobiernos por falta de resultados de los comicios presidenciales de julio de 2024.

  Rubio desestimó tal reconocimiento y, en cambio, lanzó la amenaza de que Estados Unidos tiene “muchas opciones para infligir un grave daño” a Venezuela.

  Más allá de la retórica, parece que la agenda entre los dos países acaba de dar un giro. 

  El 5 de febrero el Departamento de Seguridad Interna (DHS) ordenó retirar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para cerca de 600 mil venezolanos en dos tandas (7 de abril y 10 de septiembre). 

  Con el TPS, desde 1990 Estados Unidos aloja por 18 meses prorrogables a quienes salen de su país por dificultades extremas. Hasta ahora también hay beneficiarios de más de 10 países, entre ellos El Salvador, Honduras, Nicaragua y Ucrania.

  La secretaria de DHS, Kristi Noem, dijo que en Venezuela “hay mejoras notables” como para que “estos ciudadanos regresen de manera segura a su país”.

  Pero incluso con condiciones adversas, agregó, la presencia de esos venezolanos es contraria a la seguridad nacional de Estados Unidos, por un “nexo potencial” con una “banda criminal”, una alusión al Tren de Aragua.


La clave petrolera


  En su primer gobierno Trump impuso restricciones a Venezuela para la exportación de crudo. Luego, Joe Biden concedió licencias individuales, como la de la estadunidense Chevron.

  Por ese alivio, Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha elevado sus exportaciones, que en enero llegaron a unos 867 mil barriles diarios, de los cuales 294 mil fueron para Estados Unidos, su segundo cliente después de China, informó Reuters.

  El mismo día de su toma de posesión, Trump dijo que no tiene por qué seguir comprando petróleo venezolano. Además, persiste el litigio por Citgo, la refinería de Texas de propiedad venezolana, cuyos bienes están bloqueados por Washington desde 2020 y por la cual Maduro reclama utilidades por unos 5 mil millones de dólares.

  Pero el pasado 1 de febrero Trump permitió que la licencia de Chevron se renovara automáticamente por seis meses. Un aumento de la producción del país con mayores reservas del mundo va en la línea de la Casa Blanca de derribar la cotización del crudo.

  Un personaje clave para el viaje de Grenell fue el magnate petrolero Harry Sargeant III, según The Miami Herald. Gran donador de los republicanos en Florida, hace años ha procurado negocios con PDVSA y ha conversado con Maduro, según él mismo le contó a Reuters en una entrevista en 2019. 



El empresario Harry Sargeant III juega golf con Donald Trump, en imagen sin fecha. Foto Handout/The Miami Herald 

  

Nuevo escenario


El movimiento en el tablero supone, al menos de inmediato, el reconocimiento de Trump de que Maduro en el poder es un interlocutor válido. Los autoritarismos se acercan. La oposición venezolana pierde terreno y decae la polémica sobre la crisis poselectoral y la legitimidad del régimen.

  Ese puente le resulta más útil a Maduro que el desastre diplomático que le estalló tras las presidenciales. 

  Sólo en América Latina, a estas alturas las relaciones de Venezuela están rotas con Paraguay y Perú y congeladas con otros seis países (Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay). Dos de los más cercanos, Colombia y Brasil, son de los gobiernos que reclaman transparencia electoral.

  Venezuela arrastra con Paraguay una disputa, mezcla de política y finanzas, por una deuda a PDVSA de unos 400 millones de dólares y se ha visto obligada a una coordinación militar con Colombia, frente al foco de violencia en la frontera común.    Al menos hasta hace unas semanas, la sola presencia de Venezuela era conflictiva en la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac). El gobierno de Maduro ya no es parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero fue materia de un demoledor informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

  A pesar de haber aumentado la venta de petróleo a sus principales mercados, PDVSA la redujo a Cuba. ¿Por qué esta caída, que ha causado estragos en su principal aliado en la región? No hay explicación pública disponible.

  Una versión extraoficial dice que, bajo las condiciones en que opera ese suministro, Caracas no libera a tiempo el pago correspondiente a PDVSA. En  cualquier caso, es notable la ausencia de visitas venezolanas de alto nivel a la isla en al menos un año.

  Todavía falta observar en este escenario qué hará Rusia, un cercano aliado de Venezuela y ahora protagonista de un fluido diálogo con Estados Unidos.