Miguel Ángel Morales Menéndez, de 41 años, puso un restaurante en la misma casona en la que vivió su familia durante cuatro generaciones, a un lado de la Catedral de La Habana.
Se llama La moneda cubana, igual que la antigua tienda-bar que tuvo el abuelo de Morales durante décadas, muy cerca de donde más tarde surgió otro negocio similar, La bodeguita del medio.
La estatización de los negocios privados en Cuba absorbió al viejo bar, a finales de los años sesenta.
Miguel Ángel se acogió a la reforma y en 2011 montó el restaurante, con el mismo nombre que tuvo el de su abuelo.
La semana pasada este emprendedor cubano mostró a parte de su clientela un proyecto que tenía en la cabeza: un cartel de bienvenida a Obama.
La imagen se volvió un hito en un país con un largo historial de carteles, no precisamente de bienvenida a los presidentes de Estados Unidos.
Foto Ap
Luis Daniel Silva, de 37 años, es un actor cubano cuyo personaje Pánfilo es el más popular de Cuba: un viejo cascarrabias que explota el tema callejero del momento en clave de humor.
En su programa semanal, Pánfilo camina sobre la línea delgada del chiste, la crítica y lo permisible en la televisión cubana.
Su bienvenida a Obama fue, según explica Silva, iniciativa de la Casa Blanca.
Habló tres veces por teléfono con asesores del presidente. Les mandó el guion, se lo revisaron. Le pidieron textos cortos y sencillos.
En el sketch, Obama saluda a Pánfilo como lo haría un cubano a su amigo en la esquina: “¿Qué bolá?”
Pánfilo le alerta de las demoras en la aduana y le ofrece para moverse un Moskovich, un viejo auto soviético, muchos de los cuales aún circulan en La Habana: “Esa sí es una bestia”.
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