domingo, 8 de noviembre de 2015

Roberta Jacobson

El Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos vota este martes 10 la posible confirmación de Roberta Jacobson como embajadora en México.
Si el procedimiento concluye con la aprobación, habrán terminado tres meses de ausencia de un jefe de misión estadunidense en la capital mexicana.
Pero en las últimas semanas ese paso ha estado en entredicho, no por la trayectoria de la candidata o por la política hacia México, sino por la posición del gobierno de Barack Obama...hacia Cuba.
Dos miembros del Comité, el republicano Marco Rubio de Florida y el demócrata Robert Menendez de Nueva Jersey, acudieron a tácticas dilatorias para arrastrar el trámite.
Obama designó a Jacobson el 2 de junio. En julio Menendez presentó cuestionamientos a la confiabilidad de la diplomática. Más tarde Rubio planteó un largo cuestionario por escrito al Departamento de Estado y luego promovió un recurso de postergación del caso.
Aunque de distintos partidos, ambos senadores, de ascendencia cubana, son de los más activos opositores a la distensión entre Washington y La Habana.


Su ofensiva se basa en que Jacobson encabezó la delegación estadunidense que operó el restablecimiento de relaciones con la isla a lo largo de este año y acaso la ven como un símbolo de los nuevos tiempos.
La dilación es de tal tamaño que The New York Times le dedicó un editorial el pasado 22 de octubre. “Los líderes del Comité, el republicano Bob Corker y el demócrata Ben Cardin”, escribió el diario, “deberían dejar que la nominación siguiera su curso. No debería permitirse que la pequeñez de dos senadores socave la críticamente importante agenda bilateral con México”.
En febrero pasado María Echeveste, funcionaria en varias posiciones en el gobierno federal, retiró su propia candidatura para la Embajada en México. Obama la designó en septiembre de 2014 para sustituir al embajador Anthony Wayne, quien finalmente se quedó en la oficina de Paseo de la Reforma hasta julio de 2015.
Según se informó en su momento, la propia Echeveste declinó el cargo, frustrada por la demora en su confirmación. En este caso no hubo manifestaciones explícitas, pero circularon versiones de que Rubio también resistiría el nombramiento, en represalia por las política migratoria de Obama.
El Comité tiene 10 integrantes republicanos y nueve demócratas.












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