miércoles, 9 de diciembre de 2015

Venezuela: los números hablan



   En el último decenio la votación del bloque oficialista en Venezuela ha tenido altas y bajas, a veces abruptas. En cambio, la oposición ha mantenido un ascenso gradual.
   Hugo Chávez logró más de 7 millones 300 mil votos en las presidenciales de 2006, pero al año siguiente perdió el referéndum sobre una reforma constitucional, con apenas 4 millones 379 mil.
   El bloque opositor (o antichavista o antimadurista, en su caso) ha pasado progresivamente de tres a cuatro, a cinco y a siete millones de votos.
   Las elecciones presidenciales o legislativas o los referendos en este lapso han sido reconocidamente referendarios. Es decir que más allá de la naturaleza o relevancia de cada votación, al final la contienda se ha planteado entre el gobierno y sus adversarios.
   Por eso es que los resultados de este periodo  resisten una lectura lineal, además, claro, de la propia de cada tipo de elección. 
   El domingo pasado el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tuvo un ligero avance respecto a las legislativas de 2010, unos 176 mil votos más. Pero respecto de las presidenciales de 2013 la pérdida fue fatal: casi dos millones.
   La opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) tuvo este domingo unos dos millones 400 mil votos más que en las parlamentarias de hace cinco años. Pero en las últimas presidenciales ya había dado el salto. La diferencia entre su actual resultado y el de 2013 es de sólo cerca de unas 400 mil papeletas.
   Sólo con esos resultados, la comparación indica que la oposición (o antichavismo/ antimadurismo), que tuvo su momento de auge con la candidatura de Henrique Capriles hace dos años, retuvo y empujó un poco hacia adelante su caudal.


   En contraste, el PSUV, que apenas había aventajado por 100 mil votos en 2010 y por algo más de 200 mil en 2013, esta vez se desplomó. Los números ahora disponibles indican que el desgaste del gobierno es progresivo, mientras el voto contrario se ha mantenido aglutinado. 


   Esta vez la diferencia es más notable porque en las presidenciales de 2013 hubo más votos totales (14 millones 951 mil) que en estas legislativas (13 millones 306 mil). 
   Esa es la base sobre la que se abre el nuevo ciclo político en Venezuela. La pregunta principal es si habrá una cohabitación o un choque de trenes entre el Ejecutivo y el Legislativo.
   Aún está muy caliente el piso como para tener pistas seguras, pero las primeras señales son de confrontación y, en consecuencia, de un futuro impredecible.

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