sábado, 18 de febrero de 2017

Facebook...¿ONG?

   Mark Zuckerberg, el fundador, propietario y líder de Facebook, acaba de lanzar un
manifiesto de casi 6 mil palabras, en el cual expone su idea de la red en este momento: es hora de pasar a la acción.
   Con unos mil 800 millones de miembros, Facebook es de lejos la red social más influyente, una de las empresas tecnológicas más rentables, escenario principal de la información en línea y, por lo que se ve, fuente de tentaciones en grande.
   Una lectura del manifiesto puede ser que se trata de una amplia respuesta al aislacionismo radical de Trump. Visto de otra manera, suena al lanzamiento de una especie de ONG virtual.
   Pero la idea parece ir más allá de la coyuntura y exhibe el extremo al que se llega en el contraste entre la vida terrenal y la nube.
   Al final, lejos de ser un discurso redondo y concluido, parece más bien un almacén de inquietudes y dudas a punto de explotar.
   En cierta forma es el fondo de la discusión sobre si la Primavera Árabe o la Revolución Naranja de Ucrania salieron de la realidad de esos países o de los móviles disparando mensajes.  
   Después de conectar el mundo, dice Zuckerber, “estamos cerca de dar nuestro siguiente paso”. Mira el horizonte de la red como una oportunidad para “expandir prosperidad y libertad, promover paz y entendimiento, rescatar a la gente de la pobreza y acelerar la ciencia”.
   La lista de metas se extiende a liquidar el terrorismo, combatir el cambio climático o prevenir pandemias.


                                         Foto Ap

   La tarea de Facebook, dice su líder, es desarrollar una infraestructura social para darle a la gente el poder de construir una comunidad global que trabaje para todos, que tenga los impactos más positivos, que mitigue la división y el aislamiento. 
   Ya no se trata sólo de conectar amigos y familias, sino de reconocerse como el proyecto que es, “más grande que cualquier organización o compañía”.
   Dice que en Facebook hay más de 100 millones de personas que participan en grupos “significativos”, es decir, que trascienden de alguna manera a la vida real, que no se limitan al intercambio de información. 
   Par algunos problemas, desde amenazas a la paz o a la salud, Facebook está en posición única para prevenir o asistir, dice su fundador. Puede atajar un suicidio, lanzar la búsqueda de un niño extraviado o recolectar fondos tras un desastre.
   Zuckerberg cree que el intercambio de información en la red tiene un contenido más diverso que el que circula en los medios convencionales y que puede hacerlo más panorámico y preciso. De ahí el recurso recién lanzado para detectar y evidenciar noticias falsas.
   Pero, recuerda también, está la cuestión de los límites: ¿Qué desnudos, qué violencia, qué imágenes, qué discurso resiste Facebook? 

   Plantea, por fin, que el aterrizaje de su idea está en impulsar a la gente a que vote y participe en los procesos políticos reales de su entorno y, a la vez, en explorar una suerte de “comunidad de gobierno” mundial. 

viernes, 10 de febrero de 2017

Centroamérica ante Trump

   Remesas, comercio, inversión y medio ambiente. Estos son los puntos débiles de América Central frente a una potencial ofensiva del gobierno Trump, según un centro de estudios independiente.
   El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), con sede en Guatemala, examinó los potenciales “canales de transmisión” a Centroamérica de algunos de los giros radicales que ya se ven en la Casa Blanca.
   El Icefi considera posible que el conjunto de la política migratoria desemboque en una caída de las remesas.
   El flanco más sensible es el Triángulo Norte: Honduras, con el 5 por ciento del total de envíos externos para la región, que le representa el 18.1 por ciento de su PIB, para 2015; El Salvador (13.18 y 16.5) y Guatemala (8.36 y 9.9).
   Luego el reporte apunta los signos de interrogación hacia el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA), negociado y ratificado en la década pasada, bajo el gobierno de George W. Bush.
   La declarada oposición de Trump a todos los tratados podría llevarse a este, que recogió los beneficios de acceso al mercado del norte de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), de 1983.
   El Icefi advierte que, a pesar del Tratado, han caído las exportaciones de la región a Estados Unidos como porcentaje del PIB, con la excepción salvadoreña. 
   Mayores restricciones desde Estados Unidos al comercio de la región pueden tumbar más aún el flujo.
   El Icefi no lo dice, pero durante su negociación, el DR-CAFTA fue blanco de intensas críticas en el área.
    Hubo una intensa agitación social en los países involucrados, incluso en Estados Unidos. Allá se temia una pérdida de empleos. En el istmo se impugnaba un acuerdo que daba trato igual a empresas muy desiguales.

Manifestación contra el DR-CAFTA en San José, Costa Rica, en 2006. Foto www.ticotimes.net

   En cualquier caso, la eventual desaparición del Tratado, aún con sus desventajas, deja abierta la cuestión del futuro comercial centroamericano con el mercado del norte y en general la del sector externo de la zona.
   Otro foco de atención del Icefi es la inversión directa estadunidense, que según la evaluación del mismo centro, como porcentaje del PIB aumentó en Nicaragua, y levemente en El Salvador y Panamá, se estancó en Costa Rica y cayó en Guatemala y Honduras.
   “Medidas drásticas de retiro de capital estadounidense como las que ya se están operando en México”, dice el Instituto, impactarían en el crecimiento y el desarrollo de la región, en particular en los países en los que ya se ha reducido la llegada de recursos.
   Por último, el Icefi recuerda que Trump sencillamente está convencido de que no existe el cambio climático. 
   Es una alerta para Centroamérica, “una de las regiones más vulnerables” a los efectos del fenómeno.
   El Icefi concluye que el modelo de exportación e inversión extranjera directa como motores del crecimiento ha mostrado en Centroamérica ineficiencia para resolver problemas estructurales. 

   Plantea una revisión de ese modelo y una urgente discusión de alternativas “ante los nuevos desafíos que plantean los cambios en el país del norte”.

sábado, 4 de febrero de 2017

¿Pegará Trump a las remesas?

   Sin amenaza explícita, Trump dejó abierta la opción de adoptar represalias que impliquen un golpe a las remesas para México y otros países de América Latina.
   En su conferencia de prensa del 11 de enero, aún antes de tomar posesión de la Presidencia de Estados Unidos, dijo que su gobierno pagará el muro fronterizo, pero que pasará la factura a México, “sea a través de un impuesto o de un pago…”
   Al día siguiente, el presidente Peña Nieto reiteró que México no pagará el muro, pero anticipó que buscará garantizar el libre flujo de remesas.
   El 31 de enero, el secretario mexicano de Hacienda, José Antonio Meade, anunció que esa garantía se convertirá en una iniciativa de ley


   El tamaño del conflicto lo ofreció el 1 de febrero el Banco de Méxicoal reportar que las remesas de mexicanos fueron de 26 mil 970 millones de dólares en 2016, 8.82 por ciento más que en 2015.
   Aunque su impacto en el PIB es modesto, en torno al 2.8 por ciento, el total del año pasado es el más alto que se haya registrado, por encima del tope anterior, de 2007. 
   Es el tercer ingreso de divisas de México, debajo del automotriz y el agroalimentario y muy por encima del turismo y el petróleo.

   Para Centroamérica y otros países del área, la amenaza es menos clara, pero nada descartable. El muro, pero sobre todo el odio racista y xenófobo que lo impulsa, no distingue entre mexicanos y otros. 

miércoles, 1 de febrero de 2017

México, Trump y América Latina

   Enmedio de la ofensiva de Trump contra México, la distancia entre este país y América Latina y el Caribe se ve enorme.
   Nada es casual, sino resultado de la historia reciente. Una consecuencia de la alianza con Estados Unidos, al surgimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, fue el alejamiento de México del sur del continente. 
   No es que México haya tenido una gran afinidad con los gobiernos del área durante las décadas de la guerra fría. Por el contrario, son mayores los tramos de lejanía que los de concertación.  
   Pero los gobiernos mexicanos conservaron márgenes de maniobra y capacidad disuasiva para actuar cuando lo requería un imperativo de seguridad nacional. 
   La relación especial con Cuba, la política de asilo y refugio y el esquema para pacificar Centroamérica son ejemplos.
   Como escribió el desaparecido investigador mexicano Mario Ojeda, en su conocida como Tesis Ojeda: “Estados Unidos reconoce y acepta la necesidad de México a disentir de la política norteamericana en todo aquello que le resulte fundamental a México, aunque para los Estados Unidos sea importante, mas no fundamental. A cambio de ello México brinda su cooperación en todo aquello que siendo fundamental o aun importante para los Estados Unidos, no lo es para el país”.
   Pero ese tiempo pasó. La alianza en torno al TLCAN (y en buena medida 
el fundamentalismo neoliberal de los gobiernos recientes) movió los reflectores de la diplomacia mexicana hacia el norte.
   Sólo que, como en la figura clásica, tiraron al niño junto con el agua de la bañera. Los espacios disponibles y la capacidad de gestión en el sur se redujeron a su mínima expresión.
   En años recientes, los intentos por relanzar los espacios de maniobra de México en esa región han sido formales y tímidos.
   Simbólicamente, Peña Nieto canceló a última hora su asistencia a la cumbre de la Celac en Santo Domingo el pasado 24 de enero.
   Esa día viajaban a Washington el canciller Videgaray y el secretario Guajardo, de Economía, cuando un tuit de Trump anunció la inmiente orden para levantar el muro fronterizo. Ahí se precipitó la masacre, que no cesa.






   No es retórica, ni canciones patrióticas, ni poses para la foto, ni exabruptos lo que tendrían que buscar México y sus vecinos del sur, en particular los centroamericanos. Necesitan alianzas para enfrentar una amenaza real y galopante a la seguridad nacional de todos ellos.