domingo, 24 de enero de 2016

Contra la corrupción en Honduras

El gobierno de Honduras y la Organización de Estados Americanos (OEA) acordaron formar una misión del organismo regional para combatir la corrupción y la impunidad en ese país.
Lo más notable del plan es que es el segundo país centroamericano que acude a la asistencia internacional para enfrentar la corrupción en su propia administración pública.
El caso anterior tuvo un resultado espectacular: las conclusiones de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) llevaron a la renuncia del presidente Otto Pérez Molina y de su vicepresidenta, Roxana Baldetti, quienes ahora están presos y procesados, bajo cargos por un caso de defraudación aduanera conocido como La Línea.
En El Salvador y Panamá los ex presidentes Francisco Flores y Ricardo Martinelli, respectivamente, están bajo acciones de la justicia local.
La Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) tiene financiamiento internacional para un presupuesto de 32 millones de dólares, un mandato de cuatro años y es la primera de su tipo que establece la OEA para investigar a un Estado miembro. La CICIG fue auspiciada por las Naciones Unidas.


La MACCIH estará integrada por investigadores, jueces y fiscales hondureños y extranjeros.
La protesta popular contra la corrupción en Honduras ha ganado peso en los últimos meses, con el impulso de sucesivas denuncias sobre un posible fraude contra el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que es el caso más notorio.
Sin embargo, los expedientes alcanzan también a otras entidades públicas, los servicios asistenciales para maestros y empleados públicos, los ministerios de Salud y Agricultura, la empresa de telecomunicaciones y decenas más.
La Misión de la OEA empezará a trabajar en febrero para investigar 158 casos.
Aunque primero manifestó escepticismo sobre la Misión, el movimiento Oposición Indignada otorgó el beneficio de la duda a ese mecanismo y subrayó que, sin duda, el primer punto debe ser el del IHSS.
Una posición parecida manifestó el ex presidente Manuel Zelaya.
En los últimos meses circuló entre los opositores la idea de que una misión semejante debería tener, como la de Guatemala, un respaldo internacional, más amplio que el de la OEA. Sin embargo, concuerdan en que la MACCIH es, por ahora, un buen principio.



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